“Toda una revelación y una brillante sorpresa constituyó la soprano Soledad Cardoso, quien ya había sido en Tenerife la Papagena de Die Zauberflöte en el Festival de Ópera de 2003. Con su instrumento lírico-ligero, una emisión natural y flexible y un estilo interpretativo expresivo pero sencillo y ajeno a todo amaneramiento, Soledad Cardoso ofreció una lectura de intensa y directa emotividad, tan sobresaliente por su adecuación estilística como por su superlativa musicalidad; los trinos fueron sencillamente de ensueño.”
Miguel Ángel Aguilar Rancel
Diario de Avisos