“La soprano argentina Soledad Cardoso, pero residente en Barcelona desde hace veinticinco años, ha grabado su primer disco en solitario. Y a pesar de ser bien conocida en el mundo barroco, ha decidido adentrarse en un programa dedicado a las canciones de su país natal. Un repertorio de principios de siglo XX bastante desconocido por muchos melómanos e intérpretes y en el que ella se siente muy cercana. Iniciamos el disco con canciones de Carlos Guastavino, quien se nos revela como un gran melodista, que además sabe destilar elementos populares argentinos en sus composiciones. Se trata de canciones deliciosas, breves, con unas líneas melódicas atractivas —sólo hay que oír Anhelo o bien Noches de Santa Fe—, con un punto teñidas de tristeza, pero también de alegría —Mi viña de Chapanay. La luminosa voz de Cardoso, ágil y de rico timbre, funciona muy bien en este repertorio, sin buscar exageraciones junto a una pianista siempre seductora, ágil y rica en matices. Pero el disco tiene como eje vertebral las Trece canciones argentinas de Gilardo Gilardi sobre poemas de Leopoldo Lugones. Y es necesario agradecer a la soprano la incursión en este repertorio más desconocido. Un ciclo en el que también surgen diferentes rasgos característicos y alusiones al folclore musical argentino. Y de nuevo la voz ágil, de amplia matización y buen gusto de Soledad Cardoso nos atrapa y emociona —el Lied de la estrella marina o el Lied de los ojos amados son un buen ejemplo de ello.

A su lado, una jovial interpretación de la Danza irregular y una conmovedora Canción de cuna india del propio Gilardi remarcan la importancia de este compositor. Cierran el disco obras de la compositora Lía Cimaglia, Arturo Luzzati, así como las Tres canciones de soledad de Emilio Dublanc. Soledad Cardoso se presenta como una soprano madura, imbuida de expresividad, de voz refinada —con cierto vibrato que no molesta—, de bella dicción y amplia matización, que homenajea a su tierra natal y reivindica a los compositores menos conocidos. Un dúo compenetrado, con un programa tan lírico como bien trabajado que nos abrirá la mirada a Argentina.”

Santi Riu – Revista Segarra

“La soprano afincada en Barcelona Soledad Cardoso les imprime toda la emoción que con el piano de Quimey Urquiaga en perfecta sintonía nos amplía a los melómanos estas maravillosas canciones con la hondura poética de la escritora chilena, registros graves muy redondos, medios equilibrados y agudos timbrados.”

“La métrica tan rica de los textos que la música realza aún más, la sencillez formal con la carga emocional de Guastavino tanto para la voz, limpia en todo el registro, como para el piano rico en el acompañamiento. Geografía de sentimientos poéticos con los que la música interpretada por estas dos mujeres ahonda en cada estrofa, cadencia de esa lejana y tan cercana tierra.”

“Hermoso color vocal de Soledad Cardoso con esa entonación suya de fraseos que realzan cada poema cantando música de su tierra con el piano compatriota y cómplice.”

Pablo Álvarez Fernández – Pablo, la música en Siana